Importancia de tener una cuenta de ahorro

En qué consisten las hipotecas a tipo fijo, variable y mixto

Si vas a comprar una vivienda lo más seguro es que pidas una hipoteca a una entidad bancaria. Pero, ¿sabes qué tipo de hipoteca es más conveniente para ti en base al tipo de interés? ¿Conoces cuáles son los requisitos para contratarlas? ¿Sabes las diferencias entre hipoteca a tipo de interés fijo o variable?

Tanto si es la primera vez que contratas una como si eres un experto en esta materia, te explicamos a continuación todo acerca de las hipotecas según el tipo de interés. Lo primero que debes tener en cuenta es que existen hipotecas al tipo de interés fijo, variable o mixto. Veamos cada una.

Hipoteca a tipo fijo. En este tipo de hipotecas el tipo de interés no varía durante todo el plazo hipotecario pactado y las cuotas son constantes. Esto supone una ventaja respecto a la hipoteca a tipo variable, puesto que puedes prever la cuota que pagarás todos los meses. No obstante, si tienes seguros contratados debes llevar cuidado con las subidas de los bancos, pues pueden llevarte a pagar más o menos de un año para otro. La hipoteca a tipo variable depende de cómo se sitúe el euribor o el índice de referencia.

Hoy en día, las hipotecas a tipo fijo en España atraviesan una época de bonanza por diferentes motivos:

-Por sus intereses competitivos. Este tipo de hipotecas se han convertido en las protagonistas de las carteras de los bancos y presentan intereses muy bajos. Las entidades financieras están apostando por ellas para rentabilizar los bajos intereses derivados de las hipotecas variables, por culpa del euribor.

-Mejora de las condiciones. Los bancos han mejorado sus condiciones, con financiaciones más altas y plazos más largos, lo que recorta las diferencias con las variables.

Requisitos para contratar una hipoteca a tipo fijo

Para poder contratar una hipoteca a tipo fijo debes cumplir unos requisitos. Presta atención para conocer tus posibilidades.

1-Tener ahorros suficientes, ya que actualmente las hipotecas fijas que ofrecen los bancos no te financian al 100%, sino al 80% sobre el valor más bajo entre tasación y compraventa, por lo que debes contar con un dinero extra para hacer frente a la diferencia.

2-Contar con contrato de trabajo. Con nuestro contrato de trabajo podemos demostrar ante el banco que podemos hacer frente al reembolso de la deuda contraída.

3-Ingresos. No solo el contrato de trabajo. Nuestra nómina deberá tener un importe suficiente como para que el pago de las cuotas no represente más del 35% de ésta (ratio recomendado para destinar a la vivienda)

4-No aparecer en ningún fichero de morosos. Es difícil que el banco te dé una hipoteca si comprueba que anteriormente has incurrido en impagos. Por lo tanto, es importante que salgas de esas listas lo antes posible cancelando las deudas pendientes.

Por último, debes saber que te darán menor financiación si vas a comprar segunda residencia que si compras vivienda como nueva residencia.

Diferencias entre fijas y variables

La diferencia esencial entre la hipoteca a tipo fijo y tipo variable es básicamente la manera en la que se desarrolla el interés en el tiempo. Mientras que con las hipotecas fijas el interés es prácticamente el mismo año tras año, con el tipo variable el interés variará según el índice de referencia asignado a la hipoteca, como el euribor. Este índice fluctuará durante toda la vida de la hipoteca, por lo que la cuota de la hipoteca cambiará tras cada revisión, según haya aumentado o disminuido el índice del contrato hipotecario.

Aunque el plazo de las hipotecas a tipo fijo es más corto que el de las variables, ultimamente los bancos comercializan plazos cada vez más elevados, llegando incluso a los 30 años. Sin embargo no es conveniente, ya que para lograr un interés bajo, el plazo no puede ser mayor de 15 años.

Por otra parte, la financiación que el banco nos puede conceder a tipo fijo es menor que por una hipoteca variable. Además, si quisieras en un futuro amortizar la hipoteca de forma anticipada, deberás hacer dos pagos: abonar una comisión del 0,5% durante los cinco primeros años y del 0,25% a partir del sexto; pagar una comisión de riesgo de tipo de interés entre el 0,5 y el 5%.

Por último, las hipotecas a tipo mixto combinan un tipo fijo con otro variable. Un porcentaje del interés variaría en función de un referencial (normalmente el euribor) y el otro sería un interés fijo pactado.