La firma de hipotecas a tipo fijo

La firma de hipotecas a tipo fijo para viviendas se estabiliza

La firma de hipotecas a tipo fijo para comprar viviendas se ha estabilizado este pasado 2017 tras haberse cuadruplicado en dos años La contratación de hipotecas a interés fijo parece haber entrado en una fase de estabilización después de que hubiera experimentado este incremento considerable en los últimos dos años, en detrimento de la hegemonía de los tradicionales tipos variables.

El porcentaje de este tipo de préstamo para la compra de viviendas ha visto una escalada que ha llegado a superar el 40% de las operaciones durante el pasado agosto. Algo que contrasta con los datos de 2015, ya que en el mismo periodo apenas suponía el 10%. Los datos estadísticos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicados al cierre de 2017, arrojan que el pasado octubre las hipotecas concedidas a tipo fijo supusieron el 37% del total del crédito.

Se trata de una tendencia que coincide con la moderación, por segundo mes consecutivo, del avance interanual del número de hipotecas constituidas sobre viviendas, que en octubre se situó en 24.706, cifra un 8,2% superior a la del mismo mes de 2016.

No obstante, esta última estadística publicada aún no recoge el impacto que se prevé provocará la crisis catalana, ya que el dato del INE corresponde a las hipotecas formalizadas unos meses antes de los momentos políticos clave.

En cuanto al importe medio de las hipotecas sobre viviendas se vio incrementado un 9,2% respecto a octubre de 2016 (120.628 euros), mientras que el capital prestado subió un 18,2% en tasa interanual, (2.980,2 millones de euros).

El pasado mes de octubre, el tipo de interés medio para los préstamos hipotecarios sobre viviendas alcanzó el 2,67%, suponiendo el más bajo de toda la historia, en contraposición al 3,17% del mismo mes de 2016, con un plazo medio de 24 años. En cuanto a las hipotecas sobre viviendas a tipo variable, el tipo de interés medio al inicio fue del 2,48% (con un descenso anual del 21,2%), frente al 3,09% para las de tipo fijo (un 3,7% menor).

¿Por qué esta caída de los intereses hipotecarios?

La explicación de la caída de los intereses de las hipotecas se encuentra en la gran competencia de las entidades bancarias por captar nuevas hipotecas. Algo que ha desatado una guerra de precios, especialmente en el tipo fijo, todo ello en un momento en el que los tipos oficiales permanecen en cero y el euríbor continúa en mínimos históricos.

Para la mayoría de hipotecas variables el índice de referencia se halla en el -0,2% al cierre de 2017. Una tendencia que de continuar supondrá dos años consecutivos en negativo.

En todo esto tiene mucho que ver el papel de los bancos, que llevan muchos meses potenciando las hipotecas a tipo fijo al argumentar que son la mejor opción de futuro para el comprador, debido a las perspectivas de que los tipos de interés en mínimos históricos solo pueden subir de ahora en adelante. No obstante, el Banco Central Europeo ha incidido en distintas ocasiones que los tipos oficiales seguirán bajos durante un bastante tiempo, ya que previsiblemente empezarán a subir entrado el año 2019. Por otro lado son varios los expertos que prevén que el euríbor a 12 meses tenderá a acercarse al nivel del cero durante 2018, para volver a valores positivos en 2019.

Es muy importante considerar que, para ofrecer un tipo de interés fijo durante un plazo determinado, las entidades bancarias hacen uso de los pronósticos de evolución de tipos elaborados por sus departamentos de análisis. De manera que siempre ofrecerán un tipo más alto que el que ellos prevean a largo plazo.

Los tipos fijos rondan de media entre el 3% y el 4%, los niveles más bajos de su historia teniendo en cuenta que solían superar el 6%. La clave reside en que es imposible aventurarse cuándo volverá el euríbor a situarse en esos niveles, ya que en ese momento las hipotecas fijas saldrán beneficiadas frente a las variables, cuyos diferenciales se encuentran alrededor del 1%. En este sentido, los que decidan optar por un tipo fijo pagarán más intereses al banco, pero al mismo tiempo evitarán las fluctuaciones posibles y tendrán la tranquilidad de que la cuota será la misma siempre.